8 de marzo de 2010

Clinton y Cristiani: declaraciones memorables


La semana recién pasada, dos noticias me causaron particular impresión por contener algunas sorprendentes declaraciones de personalidades -una internacional y otra del nivel nacional- en cuestiones relacionadas con la seguridad pública y la justicia penal. 


En primer lugar, quisiera citar las declaraciones de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, quien manifestó

El principal problema del narcotráfico es la fuerte demanda que se desarrolla en Estados Unidos para consumir drogas (…) [su gobierno] reconoce que la demanda de drogas en Estados Unidos ha hecho que los carteles del narcotráfico utilicen Centroamérica como puente entre México y Colombia para el transporte de drogas. (Ver nota completa aquí)
Las declaraciones parten del reconocimiento de una parte de responsabilidad de Estados Unidos en la cuestión de la cadena del narcotráfico: son una de las plazas de mayor demanda de droga. También reconoce que Centroamérica sufre consecuencias no deseadas a causa de su ubicación entre los países desde los cuales se controlan la producción y el tráfico.


Sin embargo, no se reconocen expresamente las consecuencias del esquema de control y lucha contra el narcotráfico en la región: el incremento de la violencia y la escalada de las acciones de control-represión-reacción, las cuales han alcanzado dimensiones de un conflicto bélico desde hace varios años en Colombia y más recientemente en México, al tiempo que se cada vez más se impulsan iniciativas para que los países centroamericanos militaricen la seguridad interior en el marco de la lucha contra el narcotráfico.


La Secretaria Clinton, al hacer el reconocimiento parcial de su responsabilidad en la cuestión del narcotráfico, ofrece la solución de siempre: la mejora de las capacidades de control y represión de este fenómeno, así como el crimen organizado y las pandillas.


En este sentido, la petición del Presidente Funes en dicha reunión de "ir más allá" y orientar esfuerzos para superar la pobreza propone una visión diversa del fenómeno: no sirve solo enfrentarlo si no se generan capacidades y tejidos sociales que funcionen como resiliencia contra los seductores efectos del narcotráfico en contextos de pobreza, desempleo y desigualdad social, particularmente, en los grupos más jóvenes. 

En algún momento, la geopolítica de las drogas tendrá que enfrentar el debate sobre su sostenibilidad y viabilidad: la ilegalización de la droga genera problemas de violencia y corrupción incontrolables que son capaces de socavar los cimientos de los estados que lucha por combatirla hasta convertirlos en narcoestados o declararles una confrontación abierta de altos costos en vidas humanas y recursos estatales. Y, lo que es peor: estos países no pidieron ser parte de esta guerra y sin embargo, ponen recursos y ponen los muertos.


La segunda noticia que deseo comentar es sobre las declaraciones del Presidente del partido ARENA, Alfredo Cristiani, quien sostiene una campaña orientada a presionar al gobierno para quitar de sus cargos al ministro de Seguridad Pública y Justicia y al Director de la Policía Nacional Civil.


Según el señor Cristiani, la cuestión de la seguridad se ha politizado debido a que se ha colocado en las principales instancias del sector seguridad a un miembro histórico del FMLN y como Director de la PNC a un excomandante guerrillero. Según Cristiani, esto contradice lo dicho por el Presidente Funes de crear una política de Estado y no de partido.


Lo sorprendente es que al ser repreguntado sobre por qué en las pasadas administraciones del gobierno por ARENA se nombró también a cuadros del partido para conducir el sector seguridad, éste respondió

La de nosotros fue política de partido y así se desarrolló la seguridad pública. Yo no lo estoy negando, estoy retomando las palabras del presidente Funes que dijo que quiere que sea esta política de Estado. (Ver nota completa aquí)
Según esta nota, Cristiani estaría admitiendo lo que desde mucho se les señaló: la instrumentalización político-partidaria del sector seguridad y el consecuente debilitamiento del sector en ausencia de políticas de profesionalización y modernización. Entonces ¿Qué autoridad moral le permite a él y a su partido señalar la paja en el ojo ajeno? Paradójicamente, ofrecen una propuesta de plan de seguridad, elaborado precisamente por dos reconocidos cuadros del partido que estuvieron en la dirección de la Policía Nacional Civil: Mauricio Sandoval y Rodrigo Ávila.


En el juego político hay reglas tácitas, una de ellas es que si un partido quiere quitar a un funcionario de otro debe tener la seguridad de que puede lograrlo, de lo contrario, deberá arrastrar el costo del desgaste y el descrédito ante la opinión pública. Esto lo sabe muy bien la derecha salvadoreña, que ha copiado la estrategia de la "crispación" de sus pares Populares de España, la cual supone una estrategia de desgaste permanente, pero sin plantear con seriedad y en forma las acusaciones que lanzan. 




 Pero saliendo ya de estos comentarios, solo quería señalar la trascendencia de estas inusuales declaraciones, las cuales pasan a formar parte de un archivo que sirva como memoria histórica para futuros análisis.

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