25 de enero de 2009

Cambios de gobierno y la justicia penal

El pasado 16 de enero se conmemoró el XVII aniversario de los Acuerdos de Paz de El Salvador. Vi las noticias y no hubo mucho de nuevo. Gobierno y FMLN, como es costumbre, celebraron por separado. Por encima de la fecha pesaron los tiempos electorales que vivimos. Momentos en que las antiguas partes no pueden sentarse tranquilamente a la mesa juntos.

Pero reflexionando un poco, este aniversario resulta particularmente especial, pues muchas de las principales transformaciones generadas por los Acuerdos se manifiestan en el 2009, razón por la que su invisibilización deja cierto desencanto.

La más evidente de dichas transformaciones es la vigencia de un régimen democrático que ha realizado desde 1994 elecciones plurales, sucesivas sin mayores incidentes y en las cuales la exguerrilla ha tenido destacadas participaciones, tanto que en la actualidad se ha perfilado como la primera fuerza política del país, dato ratificado por las recientes elecciones legislativas en las que obtuvo la mayor bancada (35 diputados) y el mayor número de votos en el nivel nacional.

Al igual que en 1994, este año coincidirán los tres grandes comicios a cargos de elección popular, a lo que se debe agregar que este año hay además, relevo en la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General de la República y la Procuraduría General de la República, instituciones cuyos mecanismos de elección actuales son herencia de los Acuerdos de Paz. Mecanismo que también rige para la elección del Ombudsman (que se llevará a cabo en 2010)

Este antecedente no debe ser obviado: tenemos un importante recambio del gobierno, sus tres órganos fundamentales (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) tendrán relevos este año. Vivimos uno de los años de mayores transformaciones institucionales registradas desde los Acuerdos de Paz.
Los Acuerdos de Paz establecieron que el mecanismo legislativo para el nombramiento de funcionarios de segundo grado, como Magistrados de Corte Suprema o titulares del Ministerio Público, se requiriera de una mayoría calificada, es decir, 56 votos de los 84 posibles del pleno legislativo.

No obstante las intenciones de este mecanismo de elección para lograr supuestos consensos o evitar la imposición por mayorías simples (como en el caso de la Corte de Cuentas), no se logró concretizar en muchos casos en una elección de las personas más idóneas para los cargos mencionados, aún y cuando, por supuesto, han habido también honrosas excepciones en esta tendencia. Lejos del consenso prevaleció la transacción política, la afinidad partidaria sobre el mérito, y al final, las instituciones han sido objeto de reparto partidocrático, lo cual ha mermado su legitimidad y credibilidad.

Actualmente, la predominancia de las elecciones presidenciales en la agenda pública, ha invisibilizado los otros cambios sobrevivientes, los cuales tienen un importante peso en la estabilidad del futuro gobierno. Quiero referirme en lo particular, a lo relativo a la justicia penal.

En el caso de la Fiscalía General de la República, ésta se ha visto recientemente renovada con el re-ingreso de Astor Escalante a la institución en calidad de Fiscal General Adjunto, luego de que éste renunciara sorpresivamente a su cargo como viceministro de seguridad pública y justicia.

La mañana del martes 13 de enero, en la que el entonces viceministro anunció su renuncia al cargo, argumentó motivos personales y profesionales, entre ellos, su eventual incorporación a una entidad privada. En la tarde de ese mismo día, nos merendamos la noticia de que pasaba a ser Fiscal General Adjunto, es decir, el segundo al mando en la Fiscalía General de la República.

Desde el principio, el asunto sonaba extraño. Regularmente un gobierno intentaría mantener cierta unidad en un período electoral en la que se disputa la continuidad del partido gobernante. La salida de un funcionario podría interpretarse como una baja, teniendo en cuenta el elevado perfil público alcanzado por el ex viceministro.

Pero su incorporación a la Fiscalía, abre la puerta a ciertas hipótesis, que probables o no, configuran posibles escenarios. No es mi intención ejercer la peligrosa profesión de profeta, además, esta reflexión ha sido también sostenida en otros espacios.

Independientemente de los resultados de las legislativas y las presidenciales, asegurarse el control de la institución persecutora del Estado resulta estratégico para el partido gobernante ARENA. Las observaciones del Presidente de la República al Código Procesal Penal aprobado por la Asamblea -y posteriormente incorporadas- son una prueba de ello. Eliminó los controles que sobre la persecución penal disponía el decreto original y mantiene los elevados niveles de discresionalidad en la acción penal y criterios de oportunidad, que han sido fuertemente criticados por su uso arbitrario y fomentadores de la impunidad.

De este modo, en caso de un resultado favorable, ARENA seguirá controlando una institución fundamental de la justicia penal: su cancerbero, y de esta forma, manejándola a favor de sus intereses, tal como ha sido criticado a los dos últimos fiscales generales, ambos, vinculados al partido de gobierno. Además, el control partidario se ve reafirmado por que la fracción de dicho instituto político se ha negado a aceptar los procesos de antejuicio solicitado (tres en este momento) en contra del actual fiscal por su negligencia, en casos que involucran intereses poderosos. Y aunque dichos antejuicios se realizaran, no se obtendría los 56 votos necesarios para la destitución, puesto que dicha fracción cuenta con los votos suficientes para evitarlo. ARENA obtuvo 32 diputados en la próxima legislatura (2009-2012), por lo que podrá seguir bloqueando cualquier intento de cambio institucional.

Si el resultado de la presidencial es desfavorable a ARENA, el escenario posible es el siguiente: se va el Fiscal actual y el adjunto, quedaría a cargo de la institución, por el tiempo que tarde la Asamblea en elegir a un nuevo titular. ARENA podría intentar dilatar y desgastar el trabajo legislativo bloqueando cualquier candidato o candidata que no sea propio, contando durante el trayecto, con un fiscal de hecho. No controlar la Fiscalía, le significaría el riesgo de que se investiguen todos los casos que inexplicablemente no han avanzado y cuyos resultados pudiesen afectarle políticamente. Por el contrario, mantener el control sobre dicha institución además le permitiría tener a la mano un instrumento para iniciar una peligrosa judicialización de la política, como estrategia de bloqueo del partido gobernante.

Con los resultados electorales ahora conocidos, los “analistas” nos dicen desde su oficio que lo que tienen que hacer las facciones mayoritarias de la Asamblea es hacer un pacto de gobernabilidad para evitar caer en los chantajes del partido bisagra: PCN. Lo cual parece muy atinado y fácil de decir, pero las estrategias de los jugadores parece que van más por la vía de la realpolitik. Espero equivocarme.

22 de enero de 2009

El cierre de Guantanamo

La administración Bush dejó en muchos un terrible excepticismo y desconfianza hacia la política norteamericana. Incentivó el pesimismo y alimentó la anivadversión hacia muchas de sus medidas, en mi caso, hacia aquellas que involucran derechos humanos en el mundo. Poco esperabamos del mundo que dicha administración gestó.

El pesimismo, es pues, uno de los signos actuales. James Petras, un conocido pensador de izquierda (muy anacrónico para mi gusto) decía que al capitalismo no le importa si quién gobierna es blanco, negro o chino siempre y cuando defienda sus intereses y con ello, echaba tierra sobre la esperanza de cambio que Barak Obama inspiraba en todo el mundo, otros sectores de la izquierda se han afiliado a dicha posición. Sin embargo, leí el blog de Saramago -comunista de viejo cuño- y éste escribió su perplejidad respecto de Obama, básicamente sobre la esperanza y el optimismo de que algunas cosas pueden cambiar.

No creo que Obama sea el salvador de la humanidad, pero al menos parece más dispuesto a llevar su política por otros causes y eso ya es positivo. Asume el gobierno en el marco de una crisis y como Rooselvelt, propone un nuevo trato.

Su disposición y compromiso para actuar bajo el Estado de Derecho es una señal positiva que se contrapone precisamente al deterioro que sufrió éste durante la administración Bush, en la cual se eliminió virtualmente el derecho a la intimidad, se avaló la tortura y la privación de libertad por motivos políticos sin garantías del debido proceso y existencia de cárceles clandestinas alrededor del mundo, todo ello justificado por la lucha contra el terrorismo y en nombre de la seguridad. Obama negó falsa dicotomía por la cual se contraponen la seguridad y los ideales de la nación, dentro de ellos, los expresados por la Constitución (Me hubiese gustado ver la cara de Bush en ese instante)

El cierre de Guantanamo es una señal de coherencia con lo dicho. En su segundo día de mandato, ha dado la orden para su cierre en el plazo de un año. Con ello, derriba uno de los simbolos más nefastos de la lucha contra el terrorismo. Guantanamo era una prisión donde sus prisioneros durante mucho tiempo carecieron de estatus legal de protección, donde eran sometidos a tortura (Hasta Metallica protestó por el uso de sus canciones como instrumento de tortura) y al aislamiento.

Adicionalmente, prohibió el uso de la tortura (que cuando lo intentó el Senado, Bush lo vetó) y sugiere la adopción de los Convenios de Ginebra que establecen estatus de protección en el marco de conflictos armados, esto, en un país cuya política exterior ha sido reacia a ratificar cualquier instrumento de derechos humanos.

Creo que lo que ha hecho es clave: coherencia, algo que falta mucho en la política. Espero que en adelante, siga siendo fiel a sus palabras.

16 de enero de 2009

El Diario de Hoy contra los Blogueros

¡Soy un bloguero a mucha honra! Hace unos días comencé a escribir con cuentagotas un post para romper capote en 2009 en este blog. Sin embargo, gracias a El Diario de Hoy, me ha venido la inspiración para publicar otra cosa.

El jueves 15 de enero, el mencionado matutino publicó la nota “Agresiones y burla en blogs de izquierda” en la cual, denuncia la existencia de blogs en los cuales se ataca a diversas personas, se ridiculiza a “escritores” y en particular a los candidatos al Ejecutivo de ARENA (¡apareció el peine!) No menciona la existencia de blogs de igual calibre en la derecha. La nota está calzada por el períodico, razón por la cual, nos referiremos al rotativo, aunque ello no implica cuestionar la calidad profesional de los periodistas que laboran en dicho medio.

Me llama la atención que uno de los grandes medios de El Salvador, se preocupe por la existencia de estos blogs. Con dicha actitud dejarían entrever que los éstos estarían logrando hacerle cosquillas a los medios dominantes, lo cual me parece muy difícil y exagerado, pues a los blogs se accede por Internet, un recurso del que no dispone la mayoría de la población salvadoreña. La nota de El Diario de Hoy es por ese lado, patética: es como ver un elefante huyendo de un ratón.

Los blogs son alternativas de expresión a la mano de cualquier persona y, no obstante sus otros usos o distorsiones, colaboran para que la gente opine y debata, cosa poco usual en nuestra cultura política.

En El Salvador, los medios grandes carecen, en su mayoría, de espacios donde la gente pueda expresarse de manera libre y espontánea. Los programas de entrevistas han tendido a reducir el espacio de llamadas en vivo, cuando no a eliminarlas o filtrarlas y se seleccionan los correos electrónicos a leer. Los periódicos tienen su staff de columnistas fijo y generalmente, salvo notorias excepciones como CoLatino y El Faro, la prensa escrita no da vigencia al derecho de respuesta que establece la Constitución.

Entonces, si no hay vías de expresión, los que pueden, buscan las propias para hacer valer su derecho a la libertad de expresión y difusión del pensamiento. En alguna medida, la proliferación de blogs se debe a la falta de medios locales inmediatos de expresión de la gente y a la falta de pluralismo y ecuanimidad de las grandes empresas de la comunicación, que devalúan su propia credibilidad.

Lo anterior, por supuesto, no justifica los ataques personales o contra la vida privada de las figuras públicas. Hay un límite entre la crítica política -absolutamente válida en un contexto democrático- y el ataque personal y a la dignidad de las personas. No comparto muchos de los contenidos de algunos colegas blogueros, pero dado que es algo que hace toda la gente todos los días: pensar, allá ellos y sus opiniones, siempre y cuando no inciten a la intolerancia o a la violencia.

Sin embargo, gran parte de las críticas sobre la mala educación de los blogueros, caen en el ámbito de la ética, cuestión en la que EDH no predica con el buen ejemplo. (Recuerdo que Christian Villalta, si la memoria no me falla, dijo una vez que la buena educación y la crítica constructiva están sacadas del diccionario del autoritarismo)

La nota que comentamos, desnuda la vocación autoritaria de El Diario de Hoy y pone de manifiesto la incoherencia e hipocresía de su línea editorial, puesto que éste se ha autopresentado como defensor de la libertad de expresión, como víctima de la censura en tiempos de dictadura e hipersensible a cualquier iniciativa de regulación de los medios, pero a la hora de jugar, se echa para atrás.

Sin embargo, no tiene reparos en quejarse de la falta de control sobre los blogs: “Los controles para este tipo de burlistas es casi imposible por parte de las autoridades ya que se da en un espacio libre que no tiene nada o poco control.” ¿Controlar la libertad de expresión? ¿Quieren ver blogueros en procesos penales? ¿Por qué entonces han levantado la bandera por la eliminación de la persecución por delitos contra el honor en el ejercicio periodístico? Y ahora que se cuestiona su constitucionalidad se rompen las vestiduras ¿Qué privilegio les hace tan especiales para tener esa licencia de impunidad que no la pueda tener otro?

Es irónico pues, que este lamento venga de un medio cuya línea editorial históricamente se ha caracterizado por la intolerancia, la ofensa, burla y desprestigio de todo aquel que considere como adversario ideológico. En su editorial, ha acusado a “los rojos” –cobardemente, sin específicar- de cuanto delito existe en el código penal, a vilipendiado a defensores de derechos humanos, desmeritado la autoridad de jueces y ha mostrado sin reparo su racismo al tratar de manera claramente despectiva a representantes de las étnias originarias de América Latina como Rigoberta Menchú y Evo Morales, a quien ha denominado de manera insistente como “palurdo”.

Por lo tanto, venir a quejarse por la mala educación de los blogs, es hipocresía pura y dura. Finalmente, si no te gustan, no los leas.