"Oh, y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?" Ya no será el Chapulín, que en estos sombríos tiempos, se habrá ido a la clandestinidad (o una carcel clandestina, gulp!)por su sospechoso color, relacionado con ciertos movimientos populistas radicales.
Si la primera potencia, una de las democracias más antiguas de occidente, tiene dudas y discute acerca de si el "submarino" es tortura o no. ¿Qué nos depara al resto?
Vean en Página 12 (Argentina): "CIA admite el uso de tortura"
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